Reflexiones de un cerebro

Feliz mes de Junio, más allá del ombligo del año. Hoy estoy aquí, feliz por muchas cosas, triste por otras, muy preocupadas por otras, con miles de sueños e ideas por todos lados que miro o pienso o siento y la verdad es que me preguntaba: Y hora para donde? Y decidí que empezaría primero ocupándome y no pre-ocupándome. Es un tema de mirar a dentro. Nuevamente como siempre digo, desde tu nivel de consciencia, desde tu eterno ahora y haciéndote cargo, de ti, para ti y contigo.

Primero el significado etimológico de cerebro: La palabra cerebro viene del latín cerebrum, con el mismo significado. Su raíz indoueropea *ker indica la cabeza, lo alto de la cabeza y lleva el sufijo -brum, de llevar. Significa: lo que lleva la cabeza. Para serles honesta esta definición no me gusta y le queda chica a tooooodo lo que sí es el cerebro, pero hoy no vamos a profundizar en esos temas de autoestima, creencias, quien sabe más, etc.

Resulta que ya había respirado, meditado, me había puesto mis esencias pompeadoras, estaba en mi lugar delicioso de estudio interior, tomándome un té conmigo misma (ah se me olvidó la música pretty). Bueno trabajando desde mi maravillosa casa, con varios pendientes, viendo redes, sueños que volaban con el nombre de ideas, página web, chats y me seguía haciendo la misma pregunta: Y ahora para donde?

Pues DONDE es como si fuera a algún lugar y en verdad sino es Machupichu, Finlandia, Tailandia o Italia, pues ahorita no deseo ir para ningún lugar. Entonces recordé lo que una amiga me dijo hace poco; que el inconsciente y nuestro cerebro es atemporal y el man (osea mi cerebro) no quería saber para donde ir ahora, lo que sucede es que SIEMPRE ha querido ir, ir, ir, ir, ir e ir para muchos lugares y ZAZ me grito mi cerebro (puedes creerlo): lo que quiero es que me dejes ser y quiero vivir LIBRE… PLOP! Yo hablándome de libertad, cosa que tanto defiendo contra capa y espada y contra quien sea.

PAUSA: Me acaban de traer un rico emparedado con agüita fría y mi cerebro reptiliano dijo: la necesidad primero jajaja. El rollo hoy es con el cerebro. Agua, agüita para el cerebro. Ya terminé, seguimos?

Esta conversación cerebral (con mi propio cerebro) puede que haga que ya no leas más este blog, pero si algo tienen estas palabras e ideas es que seguramente tu cerebro grita lo mismo… Dejemos de lado lo del tiempo y el espacio, ya que nuestros cerebros no lo entienden muy bien y vamos a irnos más profundo a esa voz interior de consciencia que también nos grita muchas cosas, que solemos no escuchar para discernir sobre que hacer.

Bueno yo soy de las personas que cree y siente que el libre albedrío es el mayor poder que nos dio Dios o el Ser Supremo y que nuestras creencias son ese parásito que algunas veces no nos deja discernir, escuchar al cerebro, conversar con nuestra consciencia y tranquilamente decidir y actuar… No no no, es que la cosa no se nos puede poner tan fácil.

Mi cerebro me decía (sin tiempo claro): tu querías viajar, trabajar en la ONU, ayudar a los más necesitados, visitar lugares sagrados en el mundo, y de pronto brincaba a mi presente y no al de él, y quieres poner tu negocio en línea, hacer conferencias, tocar muchos corazones, hacer un cambio en el mundo y seguía.. Y tus libros? Les ha pasado? Lo han escuchado divagar con sus sueños más profundos en el tiempo de sus vidas? Pues yo sí, lo escuché, calladita la boca jajaja. Es más muchas cosas hasta tomé apunte y seguí escuchando hasta que entendí ZAZ, es que la cosa aquí no se trata de un destino, se trata de un camino y nuevamente ZAZ, debe ser que con tantos años trabajado en mi Ser y con un camino recorrido, debe ser que el man (osea mi cerebro) ya había conocido o sabía de la existencia del otro man: el corazón y otra vez ZAZ, estaba perdiendo mi tiempo que para ellos la vida es atemporal y tenía que ponerlos en la misma oficina administrativa y creativa…juntitos.

Luego de este momento loco de mi, para mi y conmigo, entendí que el rollo no era del cerebro, era de mis creencias y el concepto que yo tenía formado de: y ahora para DONDE? Es que no se trata de un lugar ni físico, ni fijo, sino de un encuentro en donde voy a retomar-me. Mas bien un camino, hacia donde, para qué, para donde ya no me sonaba un destino sino una evolución de cosas que debía disfrutar con consciencia, amor y alegría. Si yo siempre digo que no debemos juzgar, porque voy a juzgarme a mí o a mi cerebro jajaja. Así que sin juzgar, respiré, escuche, sentí, anoté, me reí y continué con más conexión, ocupándome del disfrute de cada día.

ZAZ, lo que tenía que hacer era: trabajo en equipo: Departamento de Administración Creativa Mente-Corazón.

Así que le dije a mi cerebro:
“Calmation” por favor, ahora me toca a mi: Mira yo creo en las alianzas y resulta que tenemos un maravilloso aliado que se llama corazón y quien será parte de este proceso y de este camino para que sigamos todos juntos ya…
y la historia continuará…

Sonima.